Hebreos 4:14-16
14 Teniendo, pues, Un Gran Sumo Sacerdote que trascendió los Cielos, Jesús, el Hijo de Dios, retengamos nuestra Fe. 15 Porque no tenemos Un Sumo Sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras flaquezas, sino Uno que ha sido tentado en todo como nosotros, pero sin pecado. 16 Por tanto, acerquémonos con confianza al Trono de la Gracia para que recibamos Misericordia, y hallemos Gracia para la ayuda oportuna.
Romanos 1:16-17
16 Porque no me avergüenzo del Evangelio, pues es el Poder de Dios para la Salvación de todo el que cree, del judío primeramente y también del griego. 17 Porque en el Evangelio la Justicia de Dios se revela por Fe y para Fe, como está escrito: Mas el justo (El redimido por Dios) por la Fe vivirá.
Nueva Biblia de las Américas (NBLA)
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